28 diciembre, 2013

24

El 24 de diciembre me desperté entre cobijas y sin un calcetín, se me congelaba el pie así que me lo puse antes de ponerme unas pantuflas y asomarme por la ventana, el cielo estaba nublado pero no nevaba.
Mi mamá había salido a hacer compras de último momento así que desayuné cereal con leche mientras todos seguían durmiendo aunque ya fueran pasadas las diez.
Celebraríamos Nochebuena en casa de mis abuelos, después de la fiesta de cumpleaños ellos querían algo más tranquilo así que sólo cenaríamos nosotros cinco con mis abuelos y mi tía y primo. A mi abuela le encantaba cocinar así que ella se iba a encargar de todo, sólo teníamos que llegar a las 8pm a su casa con un postre del que mi mamá se iba a encargar, imaginaba la velada tranquila, platicaríamos un rato sobre anécdotas que mi abuelo quería que perduraran, veríamos una película navideña, comeríamos como dioses pues mi abuela era una cocinera increíble, intercambiaríamos regalos entre familias y después cuando mi abuelo hubiera tomado unas cuantas copas lo mandarán a dormir y entonces comenzarían los bostezos y las despedidas con un abrazo y un "feliz navidad" incluido.

Y así sucedió.
Conviví con mi familia un rato, vimos "El Expreso Polar", comí hasta casi reventar, dimos y recibimos regalos y poco después de medianoche cuando mi abuelo cantó a todo pulmón algunas melodías mientras se balanceaba de lado a lado, mi abuela lo invitó a despedirse de todo mundo e irse a dormir, entonces mi tía empezó a hablar de cómo iría a desayunar la mañana siguiente con unas amigas que no veía desde hacía tiempo y que tendría que madrugar, así que todos nos despedimos y deseamos una feliz navidad. Nos regresamos en una minivan que mi papá había rentado mientras estábamos en St. Thomas y llegando a la casa todos se fueron a dormir, yo apenas estuve despierta cuando me puse una pijama y me enrollé como burrito entre cuatro capas de cobijas.

A la mañana siguiente me despertó el ruido de mi celular, tenía varios mensajes deseándome feliz navidad; entre ellos Kate y otros amigos de Port Spirit. Me tomé el tiempo de responderlos mientras seguía en la cama, después vi que tenía un mensaje de Oliver:

"Feliz Navidad Pauline, ojala pudiera estar contigo para darte tu regalo en persona pero como no pude, tuve algo de ayuda de unos duendes navideños así que ahora ve a tu arbolito, seguro que encontrarás al menos un regalo ;), te quiero"

Obedecí curiosa y bajé al primer piso en donde nuestro "arbolito" consistía de un dibujo de un pino hecho con cinta adhesiva verde pegada a la pared de la estancia, bajo él sorprendentemente sí había regalos. No se me había ocurrido que fuera a haber ni uno en absoluto pero al parecer Papá Noel sí había llegado a la cabaña.

Cada uno tenía las mismas etiquetas con iniciales diferentes: L,P,A según a quién le pertenecía, excepto por uno, era el único con un papel diferente y sin etiqueta, sólo tenía escrito con plumón negro "De: O Para: P". Lo tomé con cuidado, quité el papel de regalo y el empaque: era una cámara polaroid, sonreí mientras acomodaba la película y decidía en donde tomar la primera fotografía, no fue muy difícil cuando giré mi cabeza y vi que estaba nevando, todo el exterior estaba lleno de nieve, era una blanca navidad.

Subí corriendo al segundo piso y me asomé por la ventana de la habitación donde había dormido, me estaba congelando pero valía la pena por esa vista, oprimí el botón y después de unos momentos se reveló la imagen de las montañas, los pinos, los techos de madera, todos con esa nieve blanca que tanto había extrañado, escribí con un plumón que había cargado en mi bolso la fecha y el lugar y en la parte de atrás de la fotografía un "ojalá estuvieras aquí conmigo, je't aime".
Y realmente lo sentía.