19 agosto, 2012

¿Ya lo olvidaste?

Esos ojos que tenía ya algo olvidados.

-¿Recuerdas la primera vez que fuimos a un parque juntos?-sonrió mientras se sentaba al lado mio y miraba a la nada.
Me quedé pasmada al ver a Axell sentado ahí, hablandome como si nunca se hubiera marchado.
-Fue en Bleach Cornet, cuando fuimos con nuestras familias, había un árbol con mangos colgando...al lado de un riachuelo-sonrió un instante cuando lo recordó pero luego agachó la cabeza para jugar con el pasto.
- Axell...¿qué haces aquí?-susurré.
-Nos sentamos bajo la sombra de ese árbol...te platiqué sobre mi vida y tú me hablaste de la tuya...después simplemente estuviste disfrutando todo a tu alrededor, cerraste los ojos y escuchabas el agua correr y cuando los volviste a abrir te estaba observando...comenté que tenías lindos ojos y te sonrojaste sintiendo el calor en tus mejillas que ahora se tornaban rojizas, luego te distrajiste pues viste que tu familia estaba preparándose para irse ya del lugar y los seguiste...aunque te llamé...seguiste tu camino...luego viste un atisbo de algo que parecía enojo en mi voz pero cuando lo notaste lo oculté en un segundo con una sonrisa.
-¿Por qué me estás recordando todo esto?-pregunté confundida-hacía mucho que no pensaba en ese día...ni en ti.
Axell no se alteró en absoluto... comencé a dudar que me estuviera escuchando siquiera...seguía mirando hacia delante...como si estuviera hablando para si mismo.
-Axell...me estás asustando-me intenté levantar de donde me encontraba pero no podía, era como si estuviera pegada al suelo-¿qué rayos?...¡Axell, no me puedo mover...ayúdame!¡Axell...reacciona!.
Estiré mi brazo para agitar el hombro de él, que se encontraba lo suficientemente cerca como para tocarlo, pero cuando lo intenté mi mano atravesó su cuerpo como si yo fuera un fantasma...o como si él lo fuera.
Traté de gritar pidiendo ayuda, traté de moverme desesperada pero no podía despegarme del lugar, sentía mi garganta rasgar, mis piernas inmóviles, mis manos temblaban, sentía frío y entonces una voz...y un sacudido en mi cuerpo...

-Hey...hey...despierta...

Y desperté.

Cuando abrí los parpados la luz cegadora del sol me lastimó los ojos como si hubiera estado en la obscuridad por un largo tiempo, parpadeé varias veces hasta que pude vislumbrar la figura de alguien a mi lado...
-¿Axell?-susurré mientras encontraba mi voz.
-Mi nombre es Marco...pero bueno, ¿te encuentras bien, niña? te sacudías mucho...y pensé que estás teniendo un ataque de algo...pero cuando me acerqué más me di cuenta que estabas durmiendo solamente.
Traté de comprender todo, miré a mi alrededor y noté que estaba en el mismo sitio del parque.
-Gra...gracias, estoy bien-miré a un hombre con canas y con un perro a su lado.
-Seguro tenías pesadillas, ¿cierto?-se puso de pie con trabajo pues había estado arrodillado a mi lado y la edad le estaba cobrando cuentas.
-Algo así-dije carraspeando...sentía la garganta seca y un sudor frío en mi frente.
-Bueno...no te recomendaría quedarte dormida en medio de un parque...¡no lo vuelvas a hacer!-me reprendió como mi padre lo hubiera hecho-ya me voy... Max me espera-dijo refiriéndose al perro gigante que se encontraba olfateando el césped a su lado.

Me quedé en silencio mientras veía al señor y a su perro irse por la orilla del parque, después me levanté del suelo, agradeciendo que ya pudiera hacerlo y caminé instintivamente a mi casa...casi sin pensarlo.

Mientras caminaba repetía en mi cabeza todo el...sueño...un sueño muy real a mi parecer, pues realmente había sentido que...Axell estaba allí...aunque ahora que lo pensaba...esa persona no actuaba como él, ni hablaba como el. Qué raro. Y luego viene lo del recuerdo...había pasado tanto tiempo desde que habíamos ido a Bleach Cornet que ya lo había olvidado casi por completo, pero ahora lo tenía en mi mente como si sólo hubiera ocurrido ayer. Pero ¿por qué? ¿por qué había soñado eso? ¿significaba algo?. Nunca había sido muy creyente de los sueños con significados, para mi todos los sueños eran mezclas que tu subconsciente creaba y ya.
Pero ahora estaba dudando...¿tenía que olvidar ese sueño o hacer algo al respecto?

No tardé ni dos minutos en decidirme.