17 diciembre, 2012

Aeropuerto ajetreado.


-Te extrañaré
-Y yo a ti.
Me dio un abrazo largo mientras yo cerraba los ojos y sentía el calor que emanaba de su cuerpo.

Eran las diez de la mañana en el aeropuerto de Port Spirit.
Mi familia estaba en la sala de espera, con maletas grandes en el suelo y abrigos gigantes puestos. Yo me estaba despidiendo de Oliver antes de que avisaran la salida de nuestro vuelo a St. Thomas. Nuestro viaje que tanto habíamos aguardado por fin estaba sucediendo, faltaban unos días para Nochebuena aun pero queríamos llegar antes pues el cumpleaños de mi abuela era el día 20 y habría una gran fiesta para la cual nos matarían si no llegábamos así que habíamos sacado gorros, bufandas y botas que ya habían quedado al fondo de nuestros armarios para soportar el frío que nos esperaba.

-Será mejor que me vaya ya...mi familia me está esperando y me matarán si perdemos el vuelo por mi culpa.
-Sí...nos veremos en enero-dijo después de suspirar.
-Sí, por cierto, saluda a tu familia de mi parte-la madre y padrastro de Oliver vendrían a Port Spirit a pasar la Navidad puesto que él no sabía aun si podía viajar...su médico se había ido de vacaciones a Nueva York y había dejado la cita para principios del siguiente año. Increíble.
-Claro, y tú cuida de Tony, no se lo vaya a tragar un oso.
-Ya quisiera-dije riendo.

Se escuchó una voz que hizo eco en todo el lugar:
-Vuelo A25 a St Thomas, favor de pasar a la puerta 4.

-Esa es mi señal de salida-comenté en voz baja-Oliver, pasa unas lindas vacaciones.
Me puse de puntillas para besarle rápido y darle un último abrazo.
-Que pases una feliz Navidad, Pauline-me dijo mientras aun me rodeaba con sus brazos.
-Igual tú.
Me acomodé el gorro blanco que traía y me di la vuelta para encontrarme con mi familia, quienes estaban al otro extremo del lugar.
Caminé por el pasillo buscando la puerta 4 hasta encontrarla. Me acerqué a mi familia quienes me estaban apresurando ya, y esperé a que tomaran mi boleto y nos dejarán entrar al avión. Mientras esperábamos en la fila, observé a mi alrededor; techos altos, ventanas gigantes que dejaban ver los aviones del exterior, tiendas de comida rápida, cafetería y masajes express. Empresarios al teléfono mientras caminaban apresurados con una simple maleta negra, madres tomando a sus hijos de la mano mientras trotaban por el pasillo con todo y equipaje, extranjeros un poco perdidos, personas sentadas mientras esperaban que su vuelo estuviera listo y...¿él?

Pensé verlo por un instante, volví la mirada y lo perdí por un momento pero entonces miró hacia donde yo me encontrraba de nuevo y...era él. Realmente estaba ahí. Axell.

Mi hermano me dio un empujoncito pues la fila para entrar al avión estaba avanzando, pero no lo dejé de observar ni un segundo, ni él a mi. Sonrió con todo y sus dientes blancos. Sonreí de vuelta.

-¿Señorita?-una mujer con lentes me miraba mientras extendía la mano hacia mi.
-Ah perdón-le entregué mi boleto y ella separó una parte del papel mientras marcaba la otra y me la regresaba.
Dí dos pasos y miré atrás, pero lo único que vi fue un aeropuerto ajetreado.