31 diciembre, 2011

Mi amiga Margarita

Sábado por la mañana.
Camino junto a Matthew, lo acompaño a comprar un regalo de cumpleaños para un amigo, tarda menos de dos minutos en elegir algo para Gabriel, según me dice es un amigo suyo, es parecido a él, está en una banda y le gusta surfear. Agarra una gorra beige y dice "Esta", segundos después está pagándola y unos minutos después vamos caminando por la calle, el cielo está nublado pero aun así hace mucho calor. Vamos por un helado y luego nos sentamos un rato en la banqueta mientras comemos.

-Por cierto, ¿quiéres ir a una especie de concierto?-me pregunta indiferente
-¿De quién?
-Eh son varias bandas locales.
-Está bien, te acompaño.-sonreí
-Va a ser la próxima semana, luego te hablo al celular y te digo los detalles
-Me parece bien-le doy la ultima mordida a mi helado de coco.


Sábado por la tarde.
Me arreglo el cabello como puedo, me pongo unas sandalias y un vestido floreado, tomo mi bolso y después de asegurarme de que dentro estuviera mi celular y cartera, me despido de mi madre que está hablando por teléfono y salgo de la casa, camino los pocos pasos que quedan de mi casa al parque, veo a Kate y le hago una seña para que venga, nos saludamos y subimos al coche, ponemos la radio y casi gritamos la canción.
Llegamos a una pequeña plaza que yo no conocía, según Kate, en un restaurante cercano venden la mejor pizza que haya probado así que nos acercamos sin dudar y entramos.

La plaza está un tanto vacía pero en cuanto entras al restaurante los oídos te zumban, hay muchas personas hablando entre sí, música de fondo y en la parte trasera meseros que entran y salen de la cocina con todo tipo de comida italiana.
Nos sentamos en la mesa más lejana, lejos del bullicio, ordenamos una pizza margarita y dos limonadas.
Charlamos de cosas sin mucha importancia, sobre tarea y películas, ropa y escuela. Cuando llega nuestra orden siento mi estómago pidiendome casi a gritos comida. Sale vapor de la superficie de la pizza y el olor a queso derretido me hace agua a la boca.

-¿Sabes quién amaría esta pizza?-pregunto tratando de darle un tono casual
-¿Quién?-pregunta Kate sin quitarle la vista a la pizza
-Tony-le doy un trago a mi limonada
Kate me da un vistazo rápido.
-Hablando de Tony, ¿cuándo le vas a decir?
-A que te refieres
-Kate, te conozco desde hace un poco más de un año, quizás no parezca mucho pero puedo ver en tu rostro cuando sientes algo por alguien.
Ella se ríe un poco sin darle importancia
-Arthur, Josh,...Tony
-Ok, escucha-se puso seria-Tony me agrada y todo pero no quiero tener "algo" con un chico por ahora, después de lo de Josh...
-Nunca me dijiste que ocurrió
-Lo usual, celos. Estaba harta de que no confiara en mi, así que mejor decidí terminar todo.
Se quedó en silencio varios segundos, viendo la nada. Carraspeé.

-Bueno, ahora cuentame tu, ¿qué ocurrió con Walter el otro día?

24 diciembre, 2011

¿Cómo yo?¿Cómo él?

-Oh, lo siento, pensé que eras alguien más.
Me mira de arriba a abajo, no sé como tomar eso.
Después de que Walter me hubiera besado el año pasado y que yo hubiera pedido sólo su amistad, las cosas entre los dos habían estado tensas, duré meses tratando de no hablar con él, pensaba que si me acercaba rápido a él, de nuevo pensaría que yo quería algo más, pero la verdad es que extrañaba su amistad, había sido una buena persona conmigo cuando yo apenas y conocía a nadie en la AHS. Por eso había decidido que este año trataría de ser su amigo, y que todo estuviera como antes, mucho antes.

-Y...¿qué tal tus vacaciones?-traté de sonar muy amigable.
Walter frunció el ceño.
-¿Por qué estás hablando conmigo?-para esto él ya estaba a un par de metros de donde me encontraba-pensé que ya no merecía siquiera que me hablaras-reprochó.
-¿De qué hablas?-pregunté realmente confundida
-Admítelo, llevas ignorandome por meses, apenas y me mirabas el año pasado-subió su tono de voz-queda claro que piensas que alguien como tú no debe de hablar con alguien como yo-se ajustó las gafas que se le habían resbalado un poco de la nariz.

¿Alguien cómo yo?¿Cómo él?¿De qué rayos hablaba?

-Walter, no tengo idea de que estás hablando.
-Eres imposible-dijo poniendo los ojos en blanco.

Me dio la espalda y se fue.

-¿Qué estaba pasando aquí?-llegaron Kate y Tony.
-Nada, sólo estaba...saludando a Walter.
Me miraron extrañados.

-Bueno, será mejor que nos vayamos-le dije a Kate-por cierto ¿por qué tardaste tanto?-miré a Kate y luego a Tony.
-Sólo me quedé en el salón para preguntarle algo a la maestra-bajó la mirada-acerca del ensayo que nos dejó de tarea.

Asentí lentamente.

-Bueno, nos vemos el lunes chicas.-Tony siguió caminando por el estacionamiento.

Kate y yo nos subimos al auto. Normalmente haría que me contara la verdadera razón de por qué había tardado tanto, pero tomando en cuenta que yo también debía una explicación y no quería aclarársela a Kate por el momento, nos quedamos en silencio.

Al llegar a mi casa ese día, subí a mi habitación después de comer con mi familia e hice los deberes lo más rápido que pude, después me dormí un buen rato, cuando desperté ya estaba anaranjado el cielo, busqué mi celular para saber la hora y descubrí una llamada perdida: Kate. Cuando le hablé me invitó un café pues tenía que "contarme cosas" pero realmente estaba muy adormilada y sólo quería acurrucarme en la oscuridad y ver una película o algo, así que mejor decidimos salir por la tarde al día siguiente, sábado.

16 diciembre, 2011

Disfrutando el intermedio

Tomar su mano. Un gesto tan sencillo pero a fin de cuentas tan significativo. No sabía ni cuando había comenzado a tomar la mano de Oliver. Simplemente sabía que se sentía bien. Era una reacción instantánea que mi cuerpo tenía cuando lo veía, igual que cuando quería abrazarlo o simplemente poner mi cabeza en su hombro.
Pero, analizando bien toda la situación, Oliver y yo ¿qué eramos? No es que sintiera la necesidad de ponernos una etiqueta, pero, cuando alguien entre clases o en el comedor, nos veía tomados de la mano y nos preguntaba si eramos novios, nos quedabamos mirando un segundo y sólo sonreíamos como tontos. Unos segundos después esa personas cambiaban de tema.
Y no es que no me gustaría que Oliver fuera mi...novio. Pero, simplemente no quería tornar toda la relación tan seria porque al fin y al cabo, él regresaría a Marsellas en algún momento y lo que menos quería era una despedida dramática en el aeropuerto. No quería poner todos mis sentimientos sobre la mesa para que a fin de cuentas esa persona los tuviera que ignorar e irse al otro lado del mundo.

Todos estos pensamientos me cruzaban en la cabeza cuando estaba en clase de cálculo, geografía e historia. Además de antes de dormir y al estar arreglándome por la mañana. Nunca había hablado con Oliver acerca de eso; el día en que regresaría a Francia. Cuando fuera a suceder, él me lo diría.

Pero, bueno. Disfruto el intermedio de la situación.
Salimos juntos al cine. Vamos a la playa con Tony y Kate. Paseamos en el centro de la ciudad. Desayunamos juntos en la cafetería. Pone su brazo sobre mis hombros. Me abraza. Deja que pase mis dedos sobre su cabello. Se ríe de mi cuando nota que soy pésima para los deportes.  Pero no se compara a la risa que me da cuando llego un sábado por la mañana al departamento y él sigue medio dormido, con todo el cabello despeinado y los ojos entrecerrados. O algo más dulce que ver una película por la tarde, con el atardecer de fondo y el océano translúcido resonando desde el balcón.
Dios. ¿Desde cuándo soy tan cursi?

Alguien me da un codazo.
Vuelvo a la realidad, Kate me mira confundida desde mi izquierda.

-Señorita Marshall, gracias por estar con nosotros de nuevo-la maestra de historia me mira con las cejas levantadas.
-¿Perdón?-digo confundida. Tengo al menos veinte pares de ojos mirándome. No es algo con lo que me pueda concentrar facilmente.
-Le toca leer. Párrafo tres, por favor.
Miro hacia abajo, mi libro de historia está cerrado. Kate me susurra: "Página veintitrés". Busco la página desesperada y comienzo a leer. Me detengo un segundo al escuchar una risa, levanto la mirada y veo a Walter mirándome de soslayo.

-Párrafo tres, no cuatro-susurra de nuevo Kate.
-Oh.

Al salir de la clase voy a mi casillero, es la ultima clase del día así que dejo ahí mi libro de historia y cierro con candado antes de irme.

Busco a Kate con la mirada pero no la encuentro. Camino hasta el coche y la espero, pues siempre nos vamos juntas de regreso a nuestras casas. Tres, cinco minutos después y ya estoy un tanto desesperada, sólo quiero llegar a mi casa y tomar una siesta. Me recargo en la puerta del coche y cierro mis ojos un momento.
Escucho pasos...

-Kate, estoy a punto de morir de hambre y tu que no llegabas-quizás sea un poco exagerada.

Abro los ojos para enfrentarme a Kate pero sólo me encuentro con el rostro confundido de Walter, que me mira a través de sus gafas.

........................................................................................................................................................

Recuerden que tengo otro blog:)
Si les interesa...
Love is our Weapon

09 diciembre, 2011

...¿Tiempo al tiempo?

Unas semanas después nos encontrábamos en el comedor de la escuela...

-Sí, creo que hoy no, tengo que hacer un proyecto de ciencias-fruncí el entrecejo.
No podía creer que apenas lleváramos unos días en la AHS y ya tuviera una lista de 'pendientes' escolares.
-Bueno, el fin de semana entonces-Oliver puso su cara para convencer, ya saben, algo así como la cara de un perrito triste.
-Sí, me parece bien-tomé su mano y caminamos hacia la mesa de siempre, en donde se encontraba Kate y Tony esperándonos.

Comí un sandwich y una manzana tranquilamente mientras escuchaba a Tony hablar emocionado, pues esa mañana había visto una ballena desde el balcón de su departamento.

-Seguro viene del norte y quiso venir hacia los climas más cálidos, porque se acerca el invierno-comenté
-Sí, todos los años vienen, en diciembre seguro va a haber muchas más-agregó Kate
-Hablando de invierno y diciembre, ¿Qué harás esta Navidad Pauline?
-No lo se, supongo que visitaré a mis abuelos.

Mis abuelos maternos habían vivido desde siempre en St. Thomas, ahí habían criado a mi madre y tías; Cecile, la madre de Tony y mi tía Sophie, quien aunque ya rondaba por los cuarenta, seguía sintiéndose de veinte, después de un matrimonio fallido había decidido vagar por el mundo (casi nunca sabíamos en donde se encontraba). Yo había sido muy cercana a mis abuelos antes de venirme a Port Spirit, pero ahora apenas y los veía una vez al año.

-O sea que ¿irás a St. Thomas?-preguntó Tony curioso
-Sí, ¿por qué preguntas?
-Hace años que no veo a mis abuelos-se hechó una uva a la boca-creo que mi madre y yo también iremos a visitarlos.
-Suena bien-dije emocionada-podremos patinar en hielo de nuevo.
-Bueno, yo patinaré en hielo de nuevo...y tu volverás a caerte en hielo...de nuevo-rió burlonamente
Si, bueno, quizás nunca se me habían dado muy bien los deportes (o cualquier cosa que involucrara equilibrio), pero aun así disfrutaba cualquier cosa que tuviera que ver con el invierno.
-Gracias, había intentado bloquear esos recuerdos, primo-bajé la cabeza sonriendo.
-No te preocupes, mon ange*, algún día te enseñaré a patinar como una profesional-agregó Oliver antes de darme un beso en la mejilla.
Suena el timbre.

Todos nos paramos lentamente, sin ganas de volver a clases. Tony se fue rápido a su clase de ciencias, mientras Kate, Oliver y yo íbamos a los casilleros por nuestros libros de historia. De camino al salón de clases, mientras caminaba tomando la mano de Oliver, platicaba con Kate...

-Sí, también había esquiaderos enormes, con telesquís que te llevaban a la cima de la montaña.
-suena...interesante, es como en esa película que...-Kate se quedó a media palabra. Cuando giré y vi a donde se dirigía su mirada, lo entendí todo.

-Hola Arthur, cuanto tiempo sin verte.
-Hola Pau, ...Kate-le sonrió tímido-y...
Lo había olvidado por un segundo.
-Ah si, Arthur, Oliver; Oliver, Arthur-los presenté.
-Gusto en conocerte-dijo Oliver sonriendo sin darse cuenta de que se notaba su acento francés.
-Igual-respondió Arthur, su mirada estuvo un segundo en el rostro de Oliver y los otros cuatro segundos que pasaron, miró mi mano derecha, que sostenía la mano de Oliver.

-Bueno, será mejor que me vaya, todavía tengo que recojer mi libro de geografía del casillero-Arhur se ¿despidió? antes de desaparecer detrás de nosotros.

-Un poco étranger*-comentó Oliver sin darle mucha importancia y seguir caminando junto a mi.
-Sí-Kate agregó, la miré, tenía las mejillas un poco rojas...mejor no se lo comentaba en ese momento.

En medio de la clase de historia, salí al pasillo y me dirigí al baño, estuve unos minutos ahí, me mojé el rostro y luego lo sequé, no sabía ni por qué me sentía tan perdida.
 Me quedé con todas las dudas en mi cabeza mientras salía al pasillo, caminé mirando el suelo hasta que escuché una voz, busqué con la mirada de donde venía, hasta que encontré al otro extremo del pasillo a Arthur, estaba hablando por su celular...

-Tienes que seguir...
Pausa rápida.
-Dale tiempo al tiempo...
Pausa lenta, Arthur se recarga en la pared.
-Mira, te lo digo como amigo, en serio, ella ya...
 En ese momento giró el rostro y me vio, abrió sus ojos verdes y hasta me pareció más pálido de lo normal.
Le sonreí y giré hacia la izquierda para entrar al salón de historia.


-.-.-.-.-.-.-.-..--.-.-..-.-.-.-.-.-.-.--.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
*mon ange: mi ángel
*étranger: extraño

Entrada larga y bonita para recompensar lo horrible que estuvo la anterior.
Espero que estén teniendo un buen Diciembre!
Suerte en sus examenes (yo ya salí de la escuela hoy muajaja)

OIGAN...Contesten la encuesta de arriba a la derecha:) tengo curiosidad:P